Sólo necesitas estar dispuesto/a a escuchar la voz de la autenticidad que vive en tu cabeza.
Hay muchas cosas que puedes aprender sobre ti mismo/a cuando investigas para un proyecto, haces un trabajo, una presentación o simplemente para aclarar el significado de una palabra.
En mi experiencia personal, esto se traduce en descubrir quiénes somos y de qué estamos hechos al observar todas las conexiones entre el gótico y el mundo dentro y fuera de nosotros/as. Normalmente hago esto para los suscriptores de mi revista, mis lectores en Medium, para mi audiencia de YouTube o en los artículos que escribo para los seminarios a los que me invitan.
Cuando tienes hambre de conocimiento y te encanta conectar todos los puntos, un mundo de sincronicidades se abre frente a ti. Para mi estas sincronicidades son la evidencia física de que mi ego necesita entender lo que hay en mi alma.
Aunque esto pueda sonar complicado, es más fácil de lo que parece.
En otras palabras, cuanto más escuches lo que realmente te mueve por dentro y relajes tu necesidad de aprobación externa, más claro se volverá el camino que debes seguir.
Cuando estamos decaídos/as, deprimidos/as o bloqueados/as, no vemos lo que tenemos enfrente porque nos cegamos por nuestros propios pensamientos negativos. Todas las piezas cobran sentido una vez que aceptamos lo que nos mueve, tal como lo hacíamos cuando éramos niños/as y expresábamos nuestros deseos internos a través del juego.
LIBÉRATE DE TU ENIGMA PROFESIONAL
Nunca estuvo en mis planes convertirme en una erudita e investigadora independiente. Durante mucho tiempo fui una pre-universitaria frustrada en busca de la felicidad probando diferentes puestos que no cumplían con mis expectativas o acabando en lugares de trabajo llenos de perfiles peligrosos con egos manipuladores inflados.
Después de dar muchas vueltas, decidí que la única salida era retomar lo que había dejado en standby hacía mucho tiempo y matricularme en la universidad. Era mayor de veinticinco años cuando obtuve mi título de Filología Inglesa.
Esto me hizo sentir legítima y respetada por los demás cuando compartía mis conocimientos, opiniones y enseñanzas.
Sin embargo, me quedé profesionalmente en el limbo durante unos años hasta que decidí, junto con mi marido, que la mejor manera de tener nuestra libertad era abrir nuestra propia escuela de Idiomas.
Esta "libertad" duró diez años.
El mercado de la enseñanza de segundas lenguas en España, sobre todo del inglés, comenzó a convertirse en un lugar muy competitivo y agresivo. La mayoría de los estudiantes se encontraban allí por razones extrínsecas más que por su propio amor por el idioma, tal y como me había pasado a mí cuando yo comencé mi propio viaje. Esto desafió a mi marido, la otra mitad del negocio, y a mí, de una manera que nunca habíamos imaginado.
Nos estresámos, enfermamos y traumatizamos.
Me di cuenta de que estaba limitada en la forma en que podía ayudar a ese nuevo tipo de cliente. Necesitaba profundizar en su psique y ayudarles a descubrir qué estaba causando la falta de consistencia, las ausencias y la falta de participación en las clases. Necesitaban un profesor de idiomas y un psicólogo todo en uno y yo era solo la mitad del tándem.
Si lo piensas bien, los trabajos que implican ayudar a otros a lograr algo en la vida, o que resuelven problemas, requieren altos niveles de paciencia y empatía. El problema es cuando esto nos falta.
Es por eso que el primer paso para ayudar a los demás comienza por ayudarse a sí mismo primero.
IR HACIA ADENTRO ES LA ÚNICA MANERA DE AVANZAR
Cuando te das cuenta de que has estado viviendo puramente en el mundo exterior y descuidado tu mundo interior, vas por el camino correcto. La toma de conciencia es el primer paso para aprender a equilibrar ambos.
Durante muchos años prioricé mi negocio y las necesidades de mis clientes. Incluso cuando sus objetivos no eran realistas, siempre los puse en primer lugar y luché por lo que pensaban que necesitaban.
Todo lo que hacía, cada nueva idea que se me ocurría, estaba orientada a mantener a mis clientes, a crear nuevos, cuando fuera posible, y a tener éxito en mi espacio. Sin embargo, apenas lográbamos cubrir gastos cada mes.
Los constantes cambios en las demandas de los clientes, la falta de profesionalidad de nuestros trabajadores y el nacimiento constante de competencia a modo "champiñón" en nuestro pequeño pueblo, no nos permitía tener ni un minuto libre para sentarnos y reevaluar la salud de nuestro negocio. Estábamos apagando incendios constantemente.
Paralelamente a todo esto, problemas de salud y otros problemas externos también se dieron casi desde el inicio de nuestra vida empresarial. Estábamos abrumados.
En 2018 decidimos que necesitábamos hacer cambios serios a partir del siguiente curso en octubre. Ya hacía un tiempo que empezábamos a contemplar el mundo online, pero poco a poco lo empezábamos a tener más claro. Algo teníamos que hacer y lo teníamos que hacer tan pronto llegaran nuestras vacaciones de verano a finales de julio.
Pero ese julio nuestras vidas tomaron otro rumbo cuando mi marido sufrió un Ictus que casi lo mata. Además, al día siguiente de su intervención, le detectaron un grave problema cardíaco que le impediría volver a tener una vida normal.
Esta noticia puso en pausa nuestra vida personal y profesional durante un tiempo.
Con un niño de siete años, otro de cuatro y un negocio que se estaba hundiendo, el mundo se había convertido en un lugar realmente aterrador.
No quedaba otra que ir hacia adentro. Era vital. El mundo seguía su curso, pero nosotros habíamos sido parados en seco por fuerzas externas, probablemente creadas por todo el estrés que habíamos estado respirando durante tanto tiempo.
Las visitas al médico, la delicada salud de mi marido y que él no pudiera conducir durante seis meses y yo tener que volver a aprender a llevar un vehículo, no era compatible con lo que estaba pasando con nuestro negocio.
El curso empezó muy flojo, pero arrancó. A pesar de haber mejorado el espacio para proveer a los estudiantes y sus familiares de una cafetería y un lugar para hacer talleres en inglés, las cosas no marchaban bien.
En enero de 2020, el mismo año en que la pandémia llegaba a España, y tras el parón navideño, tomamos la difícil y arriesgada decisión de proponer a todo el mundo pasarse al online. Esto fue catastrófico.
Sin embargo, el COVID-19 no dejó ninguna otra opción a nadie: o se pasaba todo el mundo al online o cancelaban los cursos hasta que todo volviera a la normalidad. Muchos alumnos se quejaron, algunos ni siquiera lo intentaron. Algunos se mantuvieron fieles a nosotros y se adaptaron.
Sea como fuere, todos ellos mostraron sus verdaderos colores.
Nos dimos cuenta que no era el método, ni la plataforma para enseñar. La falta de interés y motivación de los estudiantes se debía a sus problemas internos con el idioma. Había sido un problema intrínseco todo el tiempo.
Esta realización vino con otra realización: estábamos condenados a caer estrepitosamente en el olvido.
Fue una muerte lenta y dolorosa. Y si bien aún lográbamos mantener algunas clases, mi salud mental comenzaba a mostrar signos de agotamiento que se traducían en palpitaciones, entumecimiento de la cara, mal genio, angustia y toda una serie de problemas más de los que me di cuenta más tarde.
Sabes que te has topado con una pared cuando desconectas mentalmente de ti mismo/a y de la persona que tienes delante y sabes que estás a punto de perder el control.
Dean Winchester en Sobrenatural esperando que Dios o los ángeles le escuchen
CÓMO RECONECTAR CONTIGO MISMO/A Y ENCONTRAR UN NUEVO CAMINO
Cuando has sido golpeado/a, como nos pasó a nosotros, por eventos que no puedes controlar, hay muchos pasos que debes tomar antes de tener claro hacia dónde debes ir a continuación.
Puede llevarte mucho tiempo, horas de lectura, autoanálisis, terapia y una cantidad considerable de flexibilidad cognitiva para saber por dónde empezar.
Cuando te desconectas de ti mismo/a tanto como lo hice yo, te sientes atrapado/a en un mundo que no te permite ser auténtico/a. Para protegerme, me obligué a dejar de presionar más a mis alumnos. Sus muros mentales eran demasiado desafiantes para mí.
Mi vida como profesora de idiomas se había convertido en la "crónica de una muerte anunciada".
Por suerte para mí, nunca había dejado de coquetear con mi otra pasión: la literatura gótica. Llevaba escritas algunas historias cortas en mi blog y estaba montando, con la ayuda de mi hermana, una página web gótica donde la gente pudiera ir y aprender todo lo que quisiera sobre su género favorito. Desde que acabé la universidad nunca había dejado de leer e investigar sobre el gótico.
Uno de mis sueños había sido continuar haciendo un Máster, pero en ese momento mi jefa de entonces no quería adaptarme el horario, mi universidad no contemplaba los estudios góticos y mudarme a Stirling no era una opción.
Así que la necesidad por retomar esta idea era cada vez más fuerte. No podía ignorarla.
Como persona adulta responsable, se espera de ti que tomes las decisiones correctas y sigas esos caminos profesionales que la gente entiende y que parecen estables, pero no lo hice porque lo que parecía normal para los demás significaba la muerte para mí.
La edad de arriesgar carreras parece estar relegada a esa parte de la población que aún no ha vivido los suficiente como para saber lo que realmente quiere.
Pero resulta que la vida se trata de cambios y de revisar tu trayectoria profesional con regularidad. No importa la edad que tengas. Y esto tiene mucho más sentido en un mundo tan cambiante como en el que vivimos actualmente.
Mi viaje de autorreconocimiento significó que tuve que repensar todo lo que sabía hasta ese momento y mirarlo desde un ángulo diferente.
Me quedó claro que no podía ayudar a nadie de manera eficiente, ni en el terreno de las lenguas ni en el espacio literario, si no me ayudaba a mi misma primero.
EL GÓTICO COMO FUENTE DE INSPIRACIÓN
De niña, el gótico y el terror siempre fueron mis lugares secretos. No es que fuera diciendo a todo el mundo que eso era lo que me gustaba. Como empática e introvertida (sí, esto no es lo mismo que ser tímida), no me gustaba llamar la atención. Siempre he querido pasar dasapercibida para ser aceptada. ¿Te he dicho que también tiendo a complacer a la gente? Lo sé, ¡una combinación terrible!
Es por eso que solo hablaba sobre mi pasión cuando me sentía cómoda con otras personas, o cuando ellas me decían primero que les gustaba lo mismo que a mí.
Cuando me di cuenta de que había una parte de la población, que como yo, recurría al gótico y al terror para desconectar de sus problemas y seguir aprendiendo, me ilusioné. Tal vez eso indicaba que tendría la oportunidad de transformar mi pasión por el gótico en una carrera profesional.
El único problema es que fuera del mundo académico y ciertos círculos de escritores, el gótico sigue siendo un género incomprendido. En España esto está más acentuado.
Sin embargo, parece haber una adopción reciente de este modo por parte de personas que inicialmente lo habrían rechazado o lo habrían mirado por debajo del hombro. Hablo de la reciente creación de programas o series como Miércoles, a través de los cuales algunos parecen haberse convertido en auténticos/as fans y conocedores/as de este género. ¡Me cabrea un poco, la verdad!
Pero... tal vez este sea el momento perfecto para conseguir nuevos prosélitos. Al fin y al cabo, el gótico es el lugar más seguro para aquellos que se sienten diferentes e incomprendidos.
El gótico es un espacio muy psicológico. Para mentes curiosas como la mía es motivo de reflexión.
En particular, he encontrado muchas respuestas a mis antiguas, y muy personales, ideas y teorías del mundo al analizar el gótico a través de la lente Junguiana. Y eso es lo que ha comenzado a impulsar mis investigaciones y desde donde encuentro que soy más auténtica.
Es el tándem perfecto para la mentalidad perfecta.
Incluso utilizo lo que estoy aprendiendo, conectando ambas disciplinas, en mis sesiones de coaching lingüísticas y literarias.
Todo lo que sigo haciendo es seguir bajando hacia la madriguera del conejo de mi mente y arrojar luz en los espacios oscuros. La información que estoy encontrando allí tiene más valor que todos los cursos de marketing del mundo.
PENSAMIENTOS FINALES
El aspecto de tu carrera profesional ahora no tiene que ser lo que acabará siendo en un futuro.
La vida a veces decide por ti y no hay nada que puedas hacer al respecto, aparte de repensar cuál es tu siguiente paso.
El gótico es un modo que despierta tu curiosidad y te hace querer aprender más sobre ti mismo/a.
La vida tiene formas extrañas de mostrarnos hacia dónde debemos ir a continuación.
Aprender a escuchar lo que sucede dentro de tu cabeza puede mostrarse en forma de sincronicidades en el mundo físico.
El gótico es un género y modo muy psicológico que puede ayudarte a seguir investigando.
La conexión entre el gótico y la psicología Junguiana puede brindarte un entendimiento más profundo de quién eres en este momento.
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Los beneficios obtenidos con las suscripciones de los lectores se destinan a financiar mi proyecto Representaciones femeninas de la madre en producciones góticas y de terror a través de arquetipos Junguianos.
Como erudita e investigadora independiente, tu apoyo es crucial para ayudar a personas como yo a hacer del mundo un lugar mejor mediante la creación de conciencia.
Cuando estés más conectado/a contigo mismo/a, conectarás mejor con los demás y llevarás una vida más feliz.
¡Hasta la próxima semana y que sigas siendo igual de gótico/a, amigo/a mío/a!
Gracias por leer,
Alicia
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